martes, 13 de marzo de 2018

Obedece. . . a tu corazón (a tu cuerpo y a tu mente)



Nos encontramos -convivimos-  a veces con represiones que no solo nos quitan la consabida libertad, sino que nos ofrecen una existencia tan gris como la sombra indefinida de nuestro cuerpo a la luz de un potente reflector. Reflector que desvela, castra psicológicamente, nos muestra indefensos, listos para "confesar" ¿qué?  y nos ayuda a ser . . . infelices.

Dónde está el límite?
El límite mío no es el tuyo; aunque la ética nos habla al oído del mismo modo a ambos. Es cuestión de escuchar y saber que el libre albedrío de mi ser no debería ser equivalente a la opresión o el daño de otras existencias.

Ahora, en el terreno de la ficción,
                                                deberían figurar límites?:

Cómo podremos ser sinceros, auténticos -hasta donde podamos "estirar la sábana", claro- en nuestras manifestaciones artísticas, dado el caso?


¿Es obsceno o auténtico un Robert Mapplethorpe?


Robert Mapplethorpe (click aquí)




¿Nos sirve saber si era homosexual -que lo era-para comprender su obra? Sí y no.
Sí: para comprender algo mas de Robert- ser humano.
No: no es preciso para entender su imaginario. Como tampoco es necesario saber que era estadounidense.

En cuanto al espectador
 partamos de un caso hipotético:
- el observador- que-interpreta es homofóbico.
 Si sabe "aquel dato" de antemano inevitablemente teñirá sus conclusiones, sensaciones, acercamiento a la obra.
Mejor que no lo sepa entonces? Y. . .me inclino por su ignorancia sobre la sexualidad del artista:  la obra refleja a, pero no es el hacedor. Será mas libre para disfrutar o padecer a Mapplethorpe.
No es grandioso? Lo siniestro, lo hermoso y lo ambiguo.


Y:
El arte es amoral. Debe serlo para constituírse. Para hablar de todo sin pudores.
Además, el arte, como se dijo ya,  no es el artista.
Aunque si lo fuera . . . no pasa nada. A lo sumo lo queman en la hoguera de las calumnias viles o, peor aún, en la del desprecio que hace anulación silente del valor de sus realizaciones.


Volvamos de la plaza pública del escarnio:

digamos, por ejemplo, que el director mexicano Arturo Ripstein puede reflejarse quizás en sus films; mas estos no son él por entero. Son él + sus circunstancias y:  la multiplicidad de artistas admirados - él admiraba a Buñuel-, películas vistas, panaderías visitadas y/o imaginadas (ya verán  a continuación por qué esta referencia) y demás incontables contingencias y objetos que lo han atravesado. 
Y dichas creaciones fílmicas son, extrañamente, por cierto, algo totalmente distinto al tal Arturo.



En otro tenor -y por otras narraciones visuales, truculentas y sin embargo bellas (¿?)- se podría decir que Ripstein es un psicópata, un asesino serial sublimado como director de cine.
Abreva en la prensa "amarilla", o sea sensacionalista que describe crímenes perpetuados por mentalidades perversas, enfermizas en grado sumo. Gente que existe o existió o existirá. Caso reales novelados, hechos arte.
¿Es importante conocer sus -del director-  tendencias mas ocultas e inconfesables (de ser realmente válida tal asociación bastante facilista) si nunca ha matado una mosca?
Importa, me pregunto, si un cirujano es un remedo de Jack el Destripador devenido profesional respetado, útil y, en muchos casos,  hasta becado, premiado o aplaudido?

Decía que no es seguro que una cosa (procacidad o locura) devenga en otras (excelsas).  No será mas bien catarsis? O un "exorcizar fantasmas"? 
Viene a cuento lo que transcribo:

La sordidez y el dolor han marcado la carrera de Ripstein como a pocos otros cineastas. "Así me los quito de mi vida. Yo nunca invitaría a comer a ninguno de mis personajes. No me haría muy amigo de ellos. Los veo con todo tipo de emociones, pero de lejos. Yo termino filmando por miedo o por venganza. Así me salen las películas". El País, 14/01/2012


Oooooootra mas. . .
Realiza la artista visual italiana Rosy Rox una apología de la violencia, del sometimiento femenino? De la glorificación del falo? (que no es lo mismo que pene, aclaro por las dudas)
Habla de feminismo o de placer femenino? O de ambas cosas?






 Se los dejo para su reflexión personal. Me agoté con Ripstein. Aunque lo escrito sobre él y antes de él es mas o menos aplicable.

Y aplicable a mí, por supuesto. Soy sospechosa por haber elegido el tema, las obras. . . y las palabras.

En este momento, para finalizar distendiendo un poco la cuerda, un fragmento de una peli de Steven Shainberg , La secretaria. (si por casualidad hacen click en este título, además de la sinopsis observen la notable diferencia de apreciación entre el crítico de cine y los que postean opiniones!)

Aquí va (con música de Evanescence incluída):




Si ven -o vieron- el film  y les llegara a gustar, yo que ustedes me preocuparía. Puede que sean tan amorales como el arte mismo. . .



*

sábado, 10 de marzo de 2018

ese oscuro objeto. . .



Alejandro Labat  Justicia desnuda
El deseo no sabe de justicia, solo de sí mismo. Nada mas que de sus anhelos que pueden corroer el mármol. No creo en la Justicia desnuda. Desnudo y oculto es el Deseo.
Ese "oscuro objeto de deseo" ". . . "deseo que estuvieras aquí"  "Desear es la antesala de lo que se espera aún de lo que se espera en vano.. . "  "El amor es el deseo infinito del beso eterno" Nieves Xenet   "No se desea lo que no se conoce." Ovidio. "Buscando lo que deseo voy perdiendo el deseo de lo que busco." Antonio Porchia.

PAUL ÉLUARD (poeta surrealista, a quien Dalí dejo sin Gala)
Solamente deseo amarte
Una tempestad llena el valle
Un solo pez el río

Te he hecho
a la medida de mi soledad
Todo el mundo para esconderse
Días y noches para comprenderse

Para contemplar en tus ojos
Todo lo que pienso de ti
Y de un mundo hecho a tu imagen

Y las noches y los días gobernados por tus párpados.


Venus y Cupidillos- Salvador Dalí


 Qué pasa en el terreno del arte?  Mas allá del arte llamado. . .erótico?
Que pena. . . ya no soy tuya. Fotografía intervenida.  Claudia Villanueva

Elena Bossi ensaya una respuesta: “Frente a una obra de arte que emociona y conmueve profundamente, uno siente algo parecido al deseo físico: deseamos poseer de algún modo ese cuadro, la música, la obra de arte.  Ese deseo proviene de la conciencia de la propia muerte y de nuestra imposibilidad  de conocer la realidad”
Y se puede decir en general que "el discurso artístico se vuelve cuerpo erótico cuyo poder de seducción radicaría en la demanda de una interpretación”
  En realidad, digo,  hay una mezcla de deseo de conocer y de abandonarse a lo que se nos presenta y hasta nos invade lujuriosamente. Esa misma seducción que nos instiga a desentrañar nos induce a a poseer; sin embargo hay algo en ese deseo de posesión del objeto que, a pesar de ser sumamente inquietante, no nos impulsa a “violar” su reticencia sino que invita,  tal vez en ocasiones con impaciencia, a desnudar la obra de sus velos. Intuimos que hay algo prohibido, oculto, omnipresente en ella que no será aprehendido mas que con nuestro cuerpo más profundo; ese que no es solo órganos y  es mucho más que raciocinio en vigilia.


El zapatito de Cenicienta.  Kuki Bensky


Zapatos de fiesta